Entre el valle se esconde. Dan las 12. Es media noche. Recorre alrededor de la isla. 

Luces en el cielo. Vida en el subsuelo. 

Alguien la espera al final de la puntilla. 

No siente frío ni temor de internarse en la oscuridad

 en busca de aquel santo grial. Hay que atravesar el umbral. 

Para poder obtener ese brillo que la hará eterna. 

Atemporal. Confecciona sus telas de colores grises.

 Harapos minimalistas. Y su melena larga y lacia, brillo plateado en los párpados.

 Una joya tan pura al final del mundo, escondida. 

No hay nada que presumir, suerte de quien la vea, de quien la obtenga

Se te escurre como el agua entre las manos. Se interna en el mar de noche.

 Se alimenta de algas que le dan energía. Se abraza con el monstruo de las profundidades y vuelve a resurgir.